martes, 22 de febrero de 2011

No puedo seguir.


Acabo de volver a hablar de él. Otra vez me acordé de todo y otra vez me hizo mal. Hasta sus recuerdos, que se supone que son los que me tienen que hacer bien, me ponen mal. No puedo seguir así, realmente no puedo seguir llorando cada vez que hablo de él y de lo que pasé con él. No puedo seguir extrañandolo constantemente. 
Estuve tres días en la costa, en Pinamar para ser exacta. Ahí no pensé un solo día en él, el único momento en el que pensé fue cuando fui a desayunar a Havanna y me acordé que el año pasado él había desayunado ahí también y me acordé de él, pero a los cinco minutos me volví a olvidar. Odio todo. Me odio a mi misma por siempre pensar en él. No puedo esperar a la semana que viene y empezar la terapia de una vez. Quiero saber qué hacer con mi vida y más importante aún, con mi cabeza.

1 comentario:

  1. No hay forma de explicarlo, pero de una manera u otra caemos siempre a ellos.. asi de la nada
    Un beso grande!!

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