lunes, 27 de diciembre de 2010

Que feo que es estar consciente de que las cosas con la persona que te interesa no van a funcionar por la diferencia de edad abismal que hay entre los dos. Cuando lo querés ver a la tarde te dice que trabaja, entonces te dice de verse a la noche y vos sabés que no podés porque tus padres no te lo permiten. Y ese es el momento que te das cuenta que las cosas no van a funcionar, que no van a ir para ningún lado, y si llegan a caminar, no van a dar muchos pasos. Ahí es cuando las cosas que planeabas, los esquemas que te hacías en la cabeza con esa persona (porque sos así, sos una adolescente, susceptible a los encantos de un hombre realmente maduro) se borran. Se borran porque, después de todo, desde el principio tu subconsciente tenía muy en claro que nada de todo esto iba a funcionar, solo que vos no querías hacerle caso por las ganas inminentes que tenías de estar con alguien, de tener a alguien a quien darle todo lo que tenías guardado. 
Y ahora qué? A volver a juntar cariño y a esperar a que aparezca alguien que lo quiera supongo. Lindo entretenimiento para las vacaciones de verano.

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